Ser tu propio jefe, una idea de negocio, conciliar vida personal y profesional, tener la necesidad de crear o innovar. Las razones que mueven a cada emprendedor suelen ser diferentes y muy personales.
Una aventura apasionante que requiere, al mismo tiempo, un gran esfuerzo y compromiso. No en vano, casi una de cada dos nuevas empresas que se crean, desaparecen en su primer año de existencia.
Al contrario de lo que generalmente se cree, en el éxito del proyecto, la genialidad de la idea no es tan fundamental como otros factores aparentemente secundarios: el perfil y la motivación del emprendedor, la perseverancia, el contexto económico general y del sector en que se opera, la financiación necesaria a corto y medio plazo, la disponibilidad de recursos humanos y materiales adecuados, los contactos de clientes y proveedores potenciales …
Para no dejar al azar ningún aspecto, es recomendable elaborar un PLAN DE NEGOCIO, también conocido como Business Plan, que recoja y analice aspectos fundamentales como la puesta en marcha de la nueva empresa, la definición del producto, estudio de mercado, la delimitación de las necesidades financieras, el plan comercial y el flujo de tesorería.